13 de Diciembre, Santa Lucía, virgen y mártir, patrona de la vista
Se celebra su fiesta ya entre los primeros cristianos, según consta en una inscripción de las catacumbas de San Juan, en Siracusa (Italia, sobre el año 400). También una
iglesia en su honor en Siracusa, lugar donde, según la Tradición, sufrió el
martirio durante la persecución de Diocleciano.
Quedan 11 días para Nochebuena, y esta santa cuyo nombre viene de "Lux", luz, nos prepara para la llegada de Jesús, la Luz del mundo. Esa niña cristiana, de 15 ó 16 años, profundamente enamorada de Jesús, que antepuso a todo lo demás, por encima de su propia vida. Ella no sabía cómo hablar de su amor a Jesús a su madre, mujer de familia acomodada, que había pensado prometer a su hija con un buen partido. Lucía convenció a su madre para retrasar el matrimonio; fueron a peregrinar a la tumba de Santa Águeda en Catania, y allí Lucía le confesó su madre que su verdadero deseo era ser solamente de Cristo. Esto fue conmovedor y la madre le pareció muy bien. Pero el novio se vengó acusando a Lucía ante el procónsul Pascasio por ser cristiana. Diocleciano estaba persiguiendo a los cristianos, y en el juicio el juez y la presionó para convencerla de que apostatara, pero ella perseveró hasta la muerte.
En el Canon romano figura su nombre entre otras mujeres mártires más veneradas de la Iglesia primitiva: "y nosotros pecadores siervos tuyos que confiamos en tu infinita misericordia admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y mártires:… Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia"...
Desde la Edad Media es invocada como la patrona de la vista, ya sea para males de los ojos, o para curar la ceguera espiritual. En 1894 se excavó bajo el lugar donde estaba el sepulcro y apareció –efectivamente- una descripción del siglo cuarto con su nombre Santa Lucía.
El testimonio que nos ha llegado de su juicio cuenta entre otras cosas que el juez le decía: "¿y si te sometemos a torturas serás capaz de resistir?" Y ella contestaba: "pues sí, porque los que creemos en Cristo y tratamos de llevar una vida pura, tenemos al Espíritu Santo que vive en nosotros y nos da fuerza, inteligencia y valor". La martirizaron cruelmente, muriendo posteriormente decapitada. Era el 13 de diciembre del año 300.
Quedan 11 días para la Nochebuena y queremos aprender de Santa Lucía a ponerte a ti, Jesús, por encima de todas las cosas. Es verdad que a nosotros no nos amenazan con la muerte, pero si es cierto que a veces el ambiente, el entorno y también nuestras propias pasiones, amenazan con quitarnos la vida; con quitarnos esa vida espiritual que nos hace hijos tuyos y que nos eleva por encima de las circunstancias, de las dificultades de las pandemias, en los viajes, de las reuniones, de los jaleos, y de las luces, hasta a ese lugar donde estás Tú, al lugar al que no llamas, el lugar en el que quieres que vivamos la contemplación, la vida de fe.
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