viernes, 17 de octubre de 2025

15 de octubre, Santa Teresa de Jesús. La llena el Señor de sabiduría en la ciencia del amor de la Humanidad Santísima del Señor, y ella corresponde con amor y dedicación de servicio a Dios y a los demás

15 de octubre, Santa Teresa de Jesús. La llena el Señor de sabiduría en la ciencia del amor de la Humanidad Santísima del Señor, y ella corresponde con amor y dedicación de servicio a Dios y a los demás

 

A. Lecturas:

   1. Eclesiástico 15,1-6. El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría. Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud; lo alimentará con pan de sensatez y le dará a beber agua de prudencia; apoyado en ella no vacilará y confiado en ella no fracasará; lo ensalzará sobre sus compañeros, para que abra la boca en la asamblea; lo llena de sabiduría e inteligencia, lo cubre con vestidos de gloria; alcanzará gozo y alegría, le dará un nombre perdurable.

   2. Salmo 88,2-3.6-7.8-9.16-17.18-19. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.

   El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles. ¿Quién sobre las nubes se compara a Dios? ¿Quién como el Señor entre los seres divinos?

   Dios es temible en el consejo de los ángeles, es grande y terrible para toda su corte. Señor de los ejércitos, ¿quién como tú? El poder y la fidelidad te rodean.

   Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo.

   Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder. Porque el Señor es nuestro escudo, y el Santo de Israel nuestro rey.

   3. Mateo 11,25-30: "En aquel tiempo, exclamó Jesús: -«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».  

 

B. Comentario:

   1. En tiempo recios, ¡cómo agradecemos que alguien nos ayude a distinguir el día de la noche, la verdad de la mentira, el bien del mal! Hace años, el cardenal Martini dijo que los peores tiempos de la Iglesia no han sido aquellos en los que se han cometido muchos pecados, sino aquellos en los que se ha perdido el don del discernimiento, los tiempos en los que todo ha dado igual. La liturgia nos regala hoy la fiesta de Teresa de Jesús, una mujer "sabia" en tiempos no menos recios que los nuestros, una mujer que supo discernir. Ella no fue alumna de la Universidad de Salamanca o de la de Alcalá, pero se doctoró en la universidad de la oración y de la vida. La Iglesia la considera "doctora de la fe". Naturalmente, este doctorado es un don del Padre. Jesús lo dice en el evangelio de hoy: "Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla". Teresa, que no fue una mujer de temperamento débil o apocado, sí fue una creyente inundada por la sencillez que viene del Espíritu.

   La sabiduría está en la búsqueda de la verdad, decía Juan Pablo II, "no es casual que, en el momento en que el autor sagrado quiere describir al hombre sabio, lo presente como el que ama y busca la verdad… la fe agudiza la mirada interior abriendo la mente para que descubra, en el sucederse de los acontecimientos, la presencia operante de la Providencia". Se personifica luego con la madre y esposa, como cultivó santa Teresa esta ciencia del amor divino, hacia Jesús, Sabiduría encarnada.

   "Señor Dios nuestro, que has suscitado a Santa Teresa para mostrar a tu Iglesia el camino de la perfección, concédenos vivir de su doctrina y enciende en nuestros corazones el deseo de la verdadera santidad", decimos en  la misa de su fiesta.

   ¿Qué podemos aprender hoy de su experiencia espiritual para iluminar nuestra vida? Tres lecciones se me ocurren: 1) Sin amistad con Dios no hay transformación posible (ni personal ni social). La oración es la más profunda, arriesgada y necesaria aventura que puede emprender el ser humano; 2) Toda religiosidad naufraga cuando no es curada por la humanidad de Cristo. 3) La humildad, la audacia y la fortaleza son virtudes esenciales para afrontar las dificultades.

   Ella nos cuenta en el libro de su vida su amor a Dios, su adolescencia tibia, la ayuda que recibió de alguno y del libro "El tercer Abecedario" de Francisco de Osuna, su ingreso –que le costó superar muchas dificultades- en el Carmelo… y luego más dolores, de difamaciones, de decir que tenía el demonio, de quitarle los libros que tanto le gustaban, pero con la paz de escuchar en su oración al Señor: "No temas, hija, que desde hoy te daré libro Vivo". En las Moradas cuenta como le fue llevando Dios hacia la cumbre más elevada y luminosa de la cristificación.

   La oración mental es criticada en su época, y ella tiene pillería para no ser condenada por promoverla por parte de la Inquisición que le acosaba. Va de la mano del amor, que lo es todo: «Que para esto es la oración, para que nazcan siempre obras, obras, obras», que en el pensamiento de la maestra equivalen a virtudes. "No pongáis vuestro fundamento sólo en rezar y contemplar; porque si no procuráis virtudes y no hay ejercicio de ellas, siempre os quedaréis enanas". Juan Pablo II, promotor de la nueva evangleización, ha dicho que «el mensaje de santa Teresa conserva hoy toda su verdad y fuerza» y pide «que el pueblo cristiano se ponga a la escucha del mensaje teresiano».

   "Vuestra soy, para vos nací / ¿Que mandáis hacer de mí? / ...Vuestra soy, pues me criasteis, / Vuestra, pues me redimisteis, / Vuestra, pues que me sufristeis, / Vuestra, pues que me llamasteis, / Vuestra, porque me esperasteis, / Vuestra, pues no me perdí. / ¿Qué mandáis hacer de mí?"... (Santa Teresa). Fundó 15 nuevos monasterios diseminados por España. Escribió con mano de artista sus andanzas de fundadora, sus experiencias místicas, y bellísimas poesías. Fue gran maestra de espíritus y tuvo bien merecido el título de Doctora de la Iglesia con que ha sido honrada.

   Los Ayes teresianos desde el destierro de este mundo con ansias de ir a Dios: ¡Cuán triste es, Dios mío, / la vida sin ti! // Ansiosa de verte / Deseo morir. // Carrera larga es la de este suelo, / Morada penosa, muy duro destierro. / ¡Oh dueño adorado!, sácame de aquí. //  Ansiosa de verte / Deseo morir. //  El amor mundano apega a esta vida. / El amor divino por  la otra suspira. / Sin ti, Dios eterno, ¿quién puede vivir? // Ansiosa de verte / Deseo morir.

   El Evangelio nos recomienda la sencillez de niños, a fin de ponernos en manos del Padre: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños». Santa Teresa tuvo la certeza y la sencillez del niño, de saber que Dios, nuestro Padre, no nos abandona nunca. Por el contrario, somos nosotros quienes nos tenemos que abandonar en las manos de Dios. El Evangelio de hoy nos invita a ello: confiar en Aquel que nos acompaña siempre. Tener confianza y ser humildes no está de moda, pero ciertamente es el único camino para llegar a Dios. Lo afirma expresamente santa Teresa: «He visto claramente que, si queremos que la majestad soberana nos revele grandes secretos, hemos de entrar por esta puerta [la contemplación de Jesús]. No quiera nadie ningún otro camino (...). Este camino se ha de recorrer con libertad, abandonándonos en las manos de Dios».

   "Sólo Dios basta". Es un buen resumen de sus aspiraciones, de su vida. Armoniza la experiencia de gozo del amor de Dios con el sufrimiento de esta vida de una manera admirable.

   "¡Oh hermosura que excedéis / a todas las hermosuras! / Sin herir, dolor hacéis, / y sin dolor deshacéis / el amor de las criaturas! / ¡Oh nudo que así juntáis / dos cosas tan desiguales, / no sé por qué os desatáis, / pues atado fuerza dais / a tener por bien los males!" Teresa de Jesús es una excelente guía para ir hacia Él, cansados y agobiados, confiados en que nos aliviará. Ir hacia Él y cargar con su yugo llevadero y aprender su mansedumbre y humildad de corazón. ¿Hay mejor modo de encontrar descanso? ¿Hay mejor senda para hallar la sabiduría?

   "Nada te turbe, / nada te espante; / todo se pasa. / La paciencia / todo lo alcanza. / Dios no se muda. / Quien a Dios tiene / nada le falta. / Sólo Dios basta".

   3. Santa Teresa y Nuestra Señora. Este día 15 podríamos ver muchos aspectos en relación con la fiesta de Santa Teresa de Jesús, y sin duda uno de ellos, en este mes del Rosario, nos habla de ir a Jesús por María. Revisando algunos documentos carmelitanos, se puede ver que entre sus primeros recuerdos de la infancia ya habla del amor a la Virgen: habla del cuidado que su madre tenía de hacerlos rezar y ayudarles a que fueran devotos de Ella y de algunos santos, que la comenzó a despertar a los seis o siete años; es conmovedora su oración cuando pierde su madre, a la edad de 13 años: afligida fue a una imagen de nuestra Señora y le suplicó con muchas lágrimas que ella fuera su madre; y desde entonces tiene conciencia de una protección especial de María, que la ha vuelto a ella cuantas veces tenía necesidad. Su devoción mariana crece día a día: acude a ella en las penas, la recuerda en sus fiestas, cultiva la devoción al Rosario... es una progresiva contemplación y experiencia de los momentos más importantes de la vida de la Virgen, según las palabras del Evangelio, que van haciendo mella en su alma, va acogiendo su corazón de Fundadora aquellos misterios: así, el canto del Magnificat estará en sus labios constantemente; como también contempla el misterio de la Encarnación pensando en la presencia del Señor dentro de nosotros a imagen de la Virgen que lleva dentro de sí al Salvador; y penetra en el corazón de María al pie de la cruz, porque ha entrado místicamente en el dolor de la Virgen, cuando ella también ha probado la desolación y la noche oscura del espíritu. Sus profundas experiencias místicas le llevan a revivir los misterios de la vida de María. También es muy interesante ver como desde la primera fundación la devoción mariana va siempre acompañada a la de San José, que en sus experiencias místicas lo ve al lado de la Virgen, quien le dice que pusiese al primer convento el nombre de san José, que ellos dos serían los protectores.

   María es vista por Teresa como la primera cristiana, la discípula del Señor, la seguidora de Cristo hasta el pie de la Cruz. En ella se han mirado siempre como al espejo las carmelitas, y Teresa de una manera particular ve en Nuestra Señora la esposa ideal del Cantar de los cantares, la mujer perfecta, totalmente poseída por Dios, enamorada de Él, que nunca ha puesto resistencia a las mociones del Espíritu Santo; modelo de una adhesión total a la Humanidad de Cristo. Ella es modelo de sentimientos de pureza de corazón, de pensamiento y de intención; de pobreza y humildad; de admiración que llega al estupor ante las maravillas de Dios: para Teresa es ejemplo y modelo de todas las virtudes, y la Madre que nos enseña que la cruz es camino por la gloria.

   Esta filiación a santa María queda expresada en muchos detalles hasta el punto que decir Carmelo es decir María, el Carmelo es todo de María. Ella es Señora, Patrona, Madre de la Orden y de cada uno de sus miembros. Todo es mariano en los Carmelos de Santa Teresa: el hábito, la Regla, las casas. Ya la primera casa la confía a Ella en el gobierno, y la llama "mi Priora". Su devoción al Santo Escapulario queda expresada en lo que dice a propósito de la muerte de un carmelita: porque ha vivido su estado de vida religiosa, le han aprovechado las Bulas de la Orden para no entrar en el Purgatorio. Y desde que recibió una especie de investidura mariana para ser Fundadora, procuraba vivir y hacer vivir "la Regla de nuestra Señora del Carmen", que tanta gloria da al Señor y a la gloriosa Virgen María, llevando su hábito. Veía a la Virgen como la gran intercesora, que con manto blanco acogía a todas y distribuía las gracias, como la de ir superando diversas dificultades que encontraban las fundaciones, y por ella se van poblando "los 'palomarcitos' de la Virgen nuestra Señora ..."

   Sobre este fundamento del amor filial a la Virgen, se edifica la fraternidad carmelitana, ese amor del espíritu de familia. Ocupando lugar tan destacado en el Carmelo, las imágenes de la Virgen -"dulce Madre"- presiden también sus iglesias, y así Santa Teresa continúa propagando la devoción mariana a través de sus hijos.

Llucià Pou Sabaté

 

lunes, 13 de octubre de 2025

Viernes la 27ª semana de Tiempo Ordinario (impar). Jesús nos abre los ojos a la luz: “si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”.

Viernes la 27ª semana de Tiempo Ordinario (impar). Jesús nos abre los ojos a la luz: "si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros".

 

A. Lecturas

1. Joel (1,13-15;2,1-2):

Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor. ¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas. Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se repetirá, por muchas generaciones.

2. Salmo 9,2-3.6.16.8-9

R/. El Señor juzgará el orbe con justicia

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. 
R/.

Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido.
Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron. 
R/.

Dios está sentado por siempre en el trono
que ha colocado para juzgar.
Él juzgará el orbe con justicia
y regirá las naciones con rectitud. 
R/.

 

3. Lucas 11,15-26: "En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: -«Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: -«Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio»".  

 

B. Comentario:

1. Hoy y mañana escuchamos al profeta Joel (hacia el año 400 a. C.)  invitando a que los sacerdotes convoquen una jornada de penitencia:

-"Tocad la trompeta en Sión, clamad en mi monte santo". Despiértanos, Señor, cuando estemos adormecidos por el pecado, por el egoísmo… Una gran plaga de langostas ha destruido las cosechas, y Joel aprovecha para atacar la pereza y la dejadez del pueblo.

-¡Sacerdotes, ceñíos y llorad! ¡Ministros del altar, lamentaos y gemid! ¡Ministros de mi Dios, venid y pasad la noche en sayal!" Invitación a la «penitencia». Joel vivía, sin duda, en una época muy sombría: sus llamadas son desgarradoras. Manifiestan la voluntad de recuperación que animaba a esos hombres. Ante las desgracias que se abaten sobre nosotros, sobre muchas familias o nuestro medio, podemos contentarnos con lamentaciones o, peor aún, con acusar a los demás. La prueba ¿es también para mí una invitación a la purificación?

-"Proclamad un ayuno sagrado, anunciad una reunión solemne de ancianos y de todos los habitantes del país en el Templo del Señor y clamad al Señor". Han descuidado la vida de fe. Oímos esta invitación a la conversión, a volver a Dios: «esfuérzate, comprométete contra el mal.» Y, si bien es verdad que puede existir una «oración perezosa», como dice Péguy, también lo es que el hombre no tiene totalmente por sí mismo la capacidad de cambiar de vida. Señor, danos a la vez, esfuerzo para convertirnos... y oración para que tú nos conviertas...

-"El «Día del Señor» está cerca... Llega «el Día del Señor", está muy cerca". Ese «día» anunciado por los profetas (Am 5,18-20; Is 13,6; Ez 30,3) designa una intervención muy particular de Dios en la historia, para suprimir el mal y para realizar su designio. Dios actúa en la historia. No sólo al final de los tiempos (Noel Quesson).

A veces el pecado es comunitario y la decadencia generalizada. También ahora se puede decir que "falta en el templo del Señor ofrenda y libación", porque se descuidan cosas fundamentales. Pero la culpa puede ser también personal. Quien más quien menos, todos somos débiles y pecadores, y necesitamos convertirnos. No hace falta que seamos grandes criminales. También podemos convertirnos a Dios desde nuestras mediocridades y perezas. A veces suenan las trompetas convocando a penitencia, como en Cuaresma o en el Jubileo. Otras veces es una sencilla invitación a la vigilancia y al cambio de vida, que nos puede venir a través del ejemplo de las personas que nos rodean, o de la palabra de los responsables de la comunidad, y también si tenemos visión de fe, de los acontecimientos de la historia, agradables o luctuosos. Cuando no son las plagas de animales, son otras cosas -enfermedades, desgracias personales o colectivas, el fallecimiento de una persona querida- las que nos sirven de despertadores en nuestra vida de fe. No porque todo mal sea castigo de Dios, pero sí porque todo en la vida, lo bueno y lo malo -y, sobre todo, la escucha de la Palabra que nos dirige Dios en la Eucaristía-, debería ayudarnos a recapacitar y reorientar nuestra atención a los valores fundamentales, que tendemos a descuidar.

2. "Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas; me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo". Dios nos ha librado de nuestros enemigos.

"Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío y borraste para siempre su apellido. Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, su pie quedó prendido en la red que escondieron". Dios vela por nosotros para que no nos alcance ningún daño. Se ha convertido en nuestro fuerte defensor que siempre está a nuestro lado: "Dios está sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar. El juzgará el orbe con justicia y regirá las naciones con rectitud". Confiemos en Él y proclamemos a todos sus maravillas.

3. Como continuando la última petición del Padrenuestro, Jesús nos muestra hoy la lucha contra el maligno. El mal no se explica totalmente en razón de la libertad humana. Tiene raíces extremadamente profundas que no podemos desarraigar. Tú, Jesús, has venido a destruir este imperio del mal. El Reino de Dios es el futuro del hombre, pero no sólo está en el cielo. Esta la plenitud en Dios a la que tiende el hombre ya tiene en esta vida un comienzo, podemos gustarla, aunque sabemos también que no puede realizarse plenamente en el mundo actual. Hay obstáculos como el demonio, pero se realiza cuando Jesús expulsa a los demonios, perdona los pecados, libera a los hombres de la fuerza del diablo y los conduce hacia un futuro de gracia, de libertad y de vida. -Reino de verdad y de vida. -Reino de santidad y de gracia. -Reino de justicia, de amor y de paz, como diremos dentro de pocas semanas, en la fiesta de Cristo Rey.

La Biblia nos presenta que la vida es lucha entre dos espíritus: el del hombre natural, y el del Espíritu que viene de Dios que lo hace partícipe de la libertad divina (Misa dominical 1990).

-"Algunos de los asistentes dijeron: "Echa los demonios con poder de Belzebú, el jefe de los demonios…"; otros, para comprometerle le exigían una señal que viniera del cielo..." Una de las cosas más duras que nos pueden hacer es ser incomprendido, despreciado; es ver deformados sus propósitos, sus propias intenciones. Jesús conoció esa clase de indigencia. ¡Se le acusó de estar del lado de Satán. La acusación era dura y despreciativa: Belzebú significa ¡"Baal del estercolero... Señor de las moscas"! Esto es lo que se decía de Jesús en su lengua, el arameo. Ayúdanos, Señor, a evitar todas las interpretaciones malévolas. Ayúdanos, Señor, a soportar, si somos víctimas de ellas, como Tú lo fuiste, esas críticas o esas calumnias.

Es por ceguera y envidia que esos te acusan, Señor. Son ganas de eliminar de alguna manera a quien se nos presenta como enemigo, con la mentira, el engaño.

-"Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado... Si pues Satán está dividido contra sí mismo ¿cómo va a mantenerse en pie su reino?" Jesús, subrayas la importancia de la unidad. El peor enemigo es el de dentro, dividir.

-"Pero, si Yo echo los demonios "con el dedo de Dios", señal es que el reino de Dios ha llegado a vosotros." El "dedo de Dios" es imagen de la potencia divina; el texto griego dice: "el reino de Dios os ha llegado por sorpresa... ha venido de súbito... os ha sorprendido... os ha alcanzado". Se trata de una "irrupción absoluta y rápida" que corta el aliento, que impide parar el golpe. El golpe dado a Satán no tiene esquiva posible.

-"Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su casa, sus bienes están seguros. Pero cuando otro "más fuerte" lo asalta y lo vence, le quita las armas"... Uno "más fuerte" es el nombre que Juan Bautista había dado al mesías (Lc 3,16). Jesús "más fuerte" que el mal, más fuerte que Satán, ven en mi ayuda, en ayuda de nuestra pobre humanidad.

-"El que no está conmigo, está contra mí." En Lucas 9,50, Jesús había dicho: "el que no está contra vosotros, está a favor vuestro". Aquí nos muestras la radicalidad de la llamada y la respuesta al Reino.

-"Cuando echan de un hombre el espíritu inmundo, éste va atravesando lugares resecos buscando un sitio para descansar; al no encontrarlo, decide volver a la casa de donde lo echaron... Entonces va a buscar otros siete espíritus peores que él, vuelven y se instalan allí. Y el estado final de aquel hombre resulta peor que el principio". Una vez conocemos el amor de Dios, no podemos volver a nuestros antiguos descaminos (Noel Quesson).

La llamada a la vigilancia es evidente. Cada uno sabe qué demonios le pueden tentar desde dentro y desde fuera. Haremos bien en decir humildemente, con el Padrenuestro, "no nos dejes caer en la tentación", "líbranos del Maligno".

Cuando comulgamos, se nos invita a participar de Cristo Jesús, que es "el que quita el pecado del mundo". La Eucaristía es la mejor fuerza que Dios nos da en la lucha contra el mal (J. Aldazábal).

 

Llucià Pou Sabaté

Jueves la 27ª semana de Tiempo Ordinario (impar). El camino de los malvados parece que lleva a la felicidad, pero es efímera, y el de los que perseveran en la oración parece que sea cuesta arriba, pero es la bienaventuranza…

Jueves la 27ª semana de Tiempo Ordinario (impar). El camino de los malvados parece que lleva a la felicidad, pero es efímera, y el de los que perseveran en la oración parece que sea cuesta arriba, pero es la bienaventuranza…

 

A. Lecturas

1. Malaquías (3,13-20a):

«Vuestros discursos son arrogantes contra mí –oráculo del Señor–. Vosotros objetáis: «¿Cómo es que hablamos arrogantemente?» Porque decís: «No vale la pena servir al Señor; ¿qué sacamos con guardar sus mandamientos?; ¿para qué andamos enlutados en presencia del Señor de los ejércitos? Al contrario: nos parecen dichosos los malvados; a los impíos les va bien; tientan a Dios, y quedan impunes.» Entonces los hombres religiosos hablaron entre sí: «El Señor atendió y los escuchó.» Ante él se escribía un libro de memorias a favor de los hombres religiosos que honran su nombre. Me pertenecen –dice el Señor de los ejércitos– como bien propio, el día que yo preparo. Me compadeceré de ellos, como un padre se compadece del hijo que lo sirve. Entonces veréis la diferencia entre justos e impíos, entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven. Porque mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir –dice el Señor de los ejércitos–, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas.»

2. Salmo 1

R/. Dichoso el hombre
que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. 
R/.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
R/.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. 
R/.

 

3. Lucas 11,5-13: "En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos: -«Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿0 si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿0 si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»".

 

B. Comentario:

1. Malaquías se hace la gran pregunta del bien y del mal, cuando dicen algunos: "no vale la pena servir al Señor, ¿qué sacamos con guardar sus mandamientos?". Los justos no parecen recibir ningún premio, mientras que los malos prosperan. ¿Vale la pena ser buenos? No podemos juzgar las personas, pero dentro notamos lo bueno y lo malo, y "la bienaventuranza prometida nos coloca ante elecciones morales decisivas. Nos invita a purificar nuestro corazón de sus instintos malvados y a buscar el amor de Dios por encima de todo. Nos enseña que la verdadera dicha no reside ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder, ni en ninguna obra humana, por útil que sea, como las ciencias, las técnicas y las artes, ni en ninguna criatura, sino en Dios solo, fuente de todo bien y de todo amor: 'El dinero es el ídolo de nuestro tiempo. A él rinde homenaje "instintivo" la multitud, la masa de los hombres. Estos miden la dicha según la fortuna, y, según la fortuna también, miden la honorabilidad...Todo esto se debe a la convicción de que con la riqueza se puede todo. La riqueza por tanto es uno de los ídolos de nuestros días, y la notoriedad es otro...La notoriedad, el hecho de ser reconocido y de hacer ruido en el mundo (lo que podría llamarse una fama de prensa) ha llegado a ser considerada como un bien en sí misma, un bien soberano, un objeto de verdadera veneración' (Newman)" (Catecismo, 1723).

"Entonces los hombres religiosos hablaron entre sí: "El Señor atendió y los escuchó."" Dios es padre: "Me compadeceré de ellos, como un padre se compadece del hijo que lo sirve. Entonces veréis la diferencia entre justos e impíos, entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven. Porque mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir -dice el Señor de los ejércitos-, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas".» Surge la esperanza. Señor, haz que crezca en nosotros esta esperanza. La expresión "sol de justicia" del final de la lectura de hoy aplicada a la venida del Señor encuentra su eco en el canto de Zacarías (Lc 1,78): "el Señor ha venido ciertamente en la tarde de un mundo en declive y casi cercano al fin de su curso, pero con su venida, puesto que Él es el Sol de justicia, ha regenerado un día nuevo para aquellos que creen" (Orígenes).

2. "Dichoso el que ha puesto su confianza en el Señor, que no sigue el consejo de los impíos ni entra por la senda de los pecadores, sino que su gozo es la ley del Señor. No así los impíos, no así, serán paja que arrebata el viento". Con el árbol firme contrasta la paja o polvo de la era dispersados por el viento…

3. Jesús, sigues hoy con tu enseñanza sobre la oración: anteayer la escucha de la palabra, ayer el Padrenuestro, y hoy nos propones Jesús dos detalles de la vida familiar: el del amigo impertinente y el del padre que escucha las peticiones de su hijo.

-"Si uno de vosotros tiene un amigo"... es bonito ver como aprecia Jesús la amistad, los valores humanos…

-..."que llega a mitad de la noche para pedirle: "Préstame tres panes"". La inoportunidad del amigo que llega a casa cuando no se espera… y le dice:

-..."un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y si, desde dentro, el otro le responde: "¡Déjame en paz! la puerta está cerrada; los niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme a darte el pan"". Escena viva. Imagino la casa de una sola pieza, todos duermen ahí. Levantarse supone molestias para todos ¡y es complicado!

-"Yo os digo: que acabará por levantarse y darle lo que necesita, si no por ser amigos, al menos para librarse de su importunidad". Jesús, otro día nos dirás de un juez al que hacen lo mismo (Lc 18,4-5). Del ejemplo no tomamos que Dios se canse de nosotros, más bien Jesús nos invita a perseverar en nuestra oración, a dirigir confiadamente nuestras súplicas al Padre. Y nos asegura que nuestra oración será siempre eficaz, será siempre escuchada: "si vosotros sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial...?" La eficacia consiste en que Dios siempre escucha. Que no se hace el sordo ante nuestra oración. Porque todo lo bueno que podamos pedir ya lo está pensando antes él, que quiere nuestro bien más que nosotros mismos.

¿Y qué pasa cuando parece que Dios no nos escucha, en el silencio de Dios? como cuando Jesús pidió que "pasara de él este cáliz", o sea, ser liberado de la muerte. Dice la Carta a los Hebreos (Hb 5,7) que "fue escuchado", pero fue liberado de la muerte a través de ella, después de experimentarla, no antes. Y así se convirtió en causa de salvación para toda la humanidad. No sabemos cómo cumplirá Dios nuestras peticiones. Lo que sí sabemos -nos lo asegura Jesús- es que nos escucha como un Padre a sus hijos.

Podríamos leer hoy unas páginas del Catecismo que nos pueden ayudar a entender en qué consiste la eficacia de nuestra oración. Son las que dedica al "combate de la oración", describiendo las objeciones a la oración en el mundo de hoy, por ejemplo las "quejas por la oración no.escuchada", a la vez que invita a orar con confianza y perseverancia (números 2725-2745; J. Aldazábal).

"Si pues vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas... ¡cuanto más vuestro Padre del cielo dará Espíritu Santo a los que se lo piden!" ¡El Espíritu Santo! "Gracias a este poder del Espíritu Santo los hijos de Dios pueden dar fruto: "Por la comunión con él, el Espíritu Santo nos hace espirituales, nos restablece en el Paraíso, nos lleva al Reino de los cielos y a la adopción filial, nos da la confianza de llamar a Dios Padre y de participar en la gracia de Cristo, de ser llamado hijo de la luz y de tener parte en la gloria eterna" (San Basilio).

En los dos, nos asegura que Dios atenderá nuestra oración. Si lo hace el amigo, al menos por la insistencia del que le pide ayuda, y si lo hace el padre con su hijo, ¡cuánto más no hará Dios con los que le piden algo! En otro sitio nos dices que nos darás cosas buenas, aquí nos aseguras tu Espíritu, nada más y nada menos.

-"Pedid y se os dará. Buscad y encontraréis. Llamad y se os abrirá". Jesús afirma solemnemente que ¡Dios atiende la oración! Lo repite incansablemente y de diferentes modos.

-"El que pide recibe. El que busca encuentra. Al que llama le abren". Hay que ir a Dios como pobre en la necesidad. La plegaria es ante todo una confesión de la propia indigencia: Señor, yo a eso no alcanzo... Señor, ando buscando... Señor, no comprendo... Señor, te necesito...

-"¿Qué padre, si su hijo le pide pescado, le ofrecerá una culebra? y si le pide un huevo ¿le dará un alacrán? Pues si vosotros, malos como sois, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos"... Sería impensable que una madre no reaccionara así. Siguiendo la invitación de Jesús, voy a contemplar detenidamente el amor del corazón de las madres y de los padres de la tierra: tantas "cosas buenas" son "dadas" cada día, por millones de padres y madres, bajo el cielo de todo el orbe de la tierra. ¡Nos da, nada menos que su propio Espíritu! El que pide, recibe. Pedid y recibiréis (Noel Quesson).

«Cuando nuestra oración no es escuchada es porque pedimos aut mali, aut male, aut mala. «Mali», porque somos malos y no estamos bien dispuestos para la petición. «Male», porque pedimos mal, con poca fe o sin perseverancia, o con poca humildad. «Mala», porque pedimos cosas malas, o van a resulta, por alguna razón, no convenientes para nosotros» (San Agustín).

«Dios no nos abandona nunca. No es cristiano pensar en la amistad divina exclusivamente como un recurso extremo. ¿Nos puede parecer normal ignorar o despreciar a las personas que amamos? Evidentemente, no. A los que amamos van constantemente las palabras, los deseos, los pensamientos: hay como una continua presencia. Pues así con Dios.

"Con esa búsqueda del Señor, toda nuestra jornada se convierte en una sola íntima y confiada conversación (…) oración constante, de la mañana a la noche y de la noche a la mañana. Cuando todo sale con facilidad: ¡gracias, Dios mío! Cuando llega un momento difícil: ¡Señor, no me abandones! Y ese Dios, manso y humilde de corazón, no olvidará nuestros ruegos, ni permanecerá indiferente porque El ha afirmado: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.

"Procuremos, por tanto, no perder jamás el punto de mira sobrenatural, viendo detrás de cada acontecimiento a Dios: ante lo agradable y lo desagradable, ante el consuelo... y ante el desconsuelo por la muerte de un ser querido. Primero de todo la charla con tu Padre Dios, buscando al Señor en el centro de nuestra alma. No es cosa que pueda considerarse como pequeñez, de poca monta: es manifestación clara de vida interior constante, de auténtico diálogo de amor» (J. Escrivá, Amigos de Dios 247).

Llucià Pou Sabaté 

Sábado de la semana 26ª del tiempo ordinario (impar). En medio de las penas el Señor enciende la esperanza de la salvación. En el nombre de Jesús nos Dios nos concede todo

Sábado de la semana 26ª del tiempo ordinario (impar). En medio de las penas el Señor enciende la esperanza de la salvación. En el nombre de Jesús nos Dios nos concede todo

 

A. Lecturas

1. Baruc (4,5-12.27-29):

Ánimo, pueblo mío, que llevas el nombre de Israel. Os vendieron a los gentiles, pero no para ser aniquilados; por la cólera de Dios contra vosotros os entregaron a vuestros enemigos, porque irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a demonios y no a Dios; os olvidasteis del Señor eterno que os había criado, y afligisteis a Jerusalén que os sustentó. Cuando ella vio que el castigo de Dios se avecinaba dijo: «Escuchad, habitantes de Sión, Dios me ha enviado una pena terrible: vi cómo el Eterno desterraba a mis hijos e hijas; yo los crié con alegría, los despedí con lágrimas de pena. Que nadie se alegre viendo a esta viuda abandonada de todos. Si estoy desierta, es por los pecados de mis hijos, que se apartaron de la ley de Dios. Ánimo, hijos, gritad a Dios, que el que os castigó se acordará de vosotros. Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios, volveos a buscarlo con redoblado empeño. El que os mandó las desgracias os mandará el gozo eterno de vuestra salvación.»

2. Salmo 68,33-35.36-37

R/. El Señor escucha a sus pobres.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra,
las aguas y cuanto bulle en ellas. 
R/.

El Señor salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. 
R/.

 

3. Lucas 10,17-24: "En aquel tiempo, regresaron alegres los setenta y dos, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos».

En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron».

 

B. Comentario:

1. –"¡Animo, pueblo mío!..." El mismo profeta que ayer hizo que fuesen conscientes de su propia participación al pecado del mundo a las comunidades judías dispersas en el paganismo, les envía ahora un mensaje de esperanza.

-"Habéis sido vendidos a las naciones paganas, pero no para vuestra destrucción; por haber provocado la ira de Dios, habéis sido entregados a los enemigos. Pues irritasteis a vuestro Creador". Sería un error extrañarnos de esos antropomorfismos que prestan a Dios unos sentimientos humanos. Cómo hablar de Dios de otro modo que con nuestras palabras y nuestras experiencias corrientes... Aquí se presenta la experiencia de una padre, o de una madre que castiga a sus hijos porque los ama y no para «destruirlos», sino para conducirlos a la felicidad verdadera.

-"Olvidasteis al Dios eterno, el que os sustenta. Contristasteis a Jerusalén, la que os crió..." En efecto, se trata de la experiencia maternal. Este lenguaje nos anuncia ya lo que el evangelio nos repetirá en términos inolvidables. Dios sufre más que nosotros de nuestros pecados.

-"Con gozo los había yo criado. Los he despedido con lágrimas y duelo. Que nadie se regocije de mi suerte, que soy viuda y abandonada de todo el mundo. Estoy sola a causa de los pecados de mis hijos, porque se apartaron de la ley de Dios". Es con «lágrimas y duelo» también que el padre del hijo pródigo verá «partir» a su hijo. Otro antropomorfismo emocionante: ¡mis pecados hacen «sufrir» a Dios! Y Jerusalén, personificada como una viuda dolorosa, es la imagen del sufrimiento de Dios. Esas imágenes concretas son más elocuentes que todos los tratados de teología. Conviene contemplar esas hermosas comparaciones, que nos hablan de Dios: un padre a quien los hijos hacen sufrir, una madre abandonada por sus hijos... Sí, mi pecado no es ante todo una infracción a un orden legal, ¡es una relación de amor rota, una herida hecha al corazón de alguien! ¡Piedad, Señor, porque hemos pecado!

-"¡Animo hijos! clamad a Dios. El que os infligió la prueba se acordará de vosotros." Una infracción a una Ley permanece ineluctablemente: ¡el mal está hecho! Cuando un vaso se rompe, queda roto para siempre. A este nivel de apreciación, el mal es dramático. Pero una relación de amor puede restablecerse. Y el perdón concedido, lo mismo que la gestión de reconciliación, pueden ser el origen de un mayor amor (Lucas 7,36-50.)

-"Vuestro pensamiento os ha llevado lejos de Dios. Una vez convertidos, buscadle con ardor cada vez mayor". Esta es la gran maravilla: podemos, efectivamente apoyarnos sobre la conciencia del pecado para amar diez veces más a ese Dios que nos ha perdonado.

-"Pues el que trajo sobre vosotros estas calamidades, os traerá la alegría eterna con vuestra salvación". ¡La alegría eterna! Tal es la intención de Dios. Y la desgracia que nos viene de nuestros pecados puede, de hecho, ser un trampolín que nos haga desear la felicidad que Dios quiere para nosotros, y más aún que nosotros (Noel Quesson).

El destierro ayudó al pueblo israelita a madurar en su fe. Las pruebas de la vida nos templan, nos van puliendo, nos hacen revisar nuestros caminos y reorientar la dirección de nuestras vidas. A Ignacio de Loyola la herida de Pamplona le resultó providencial para encontrar cuál era la voluntad de Dios sobre su futuro. A nosotros, los diversos acontecimientos de la vida, también las desgracias y hasta nuestros propios fallos y pecados, nos recuerdan que somos frágiles y nos urgen a adoptar una actitud, ante Dios y ante los demás, no de orgullo y autosuficiencia, sino de humildad. Se nos invita también a nosotros a aprovechar lo malo para que de ahí salga un bien.

2. "Buscad al Señor y vivirá vuestro corazón", nos anima el salmo, y si lo hacemos experimentaremos que "el Señor salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá y los que aman su nombre vivirán en ella". Se refiere a Cristo, es ésta "una plegaria del Salvador, pronunciada en función de su humanidad, y recoge también las causas por las que fue conducido a la muerte en la cruz. Además, cuenta claramente sus sufrimientos, así como las desgracias que tenían que acaecerles a los judíos después de su Pasión. En cuanto a que el Señor ha presentado esta plegaria en función de su naturaleza humana, esto está indicado al final del salmo cuando dice: el Señor escucha a los necesitados, no desdeña a sus cautivos" (S. Atanasio).

3. Los setenta y dos discípulos volvieron muy alegres de la "misión". La maldición de las ciudades hostiles no debe hacernos olvidar este otro aspecto: junto al fracaso, también muchos se abren al reino de Dios: se les escuchó y su trabajo apostólico dio mucho fruto. ¡Y regresaron muy alegres!

-"Y contaron: "Señor, hasta los demonios se nos someten por tu nombre"". Les impresiona sobre todo esto… y cuentan a Jesús sus correrías apostólicas: ¿lo hago yo también, "contar" a Jesús mis empresas apostólicas?

-"Jesús les dijo: "Yo veía a Satanás que caía del cielo como un rayo..."" Mientras trabajaban en los pueblos y aldeas, Jesús estaba en oración, y "veía"... el amor intuye lo invisible, lo que está a distancia, pues el amor hace estar en el otro, la persona amiga, que se ama. Pero además, cuando se trata de Dios, que conoce lo más íntimo de mí mismo… Contemplaba su victoria espiritual. ¿Estoy yo también convencido de que Jesús "ve" lo que estoy tratando de hacer? ¿Y de que Él trabaja conmigo?

-"Os he dado poder sobre toda fuerza enemiga, y nada podrá haceros daño". Escucho y me repito estas palabras.

-"Sin embargo, no os regocijéis porque se os someten los espíritus; más bien regocijaos porque vuestros nombres están escritos en el cielo". Somos como instrumentos en manos del artista, como una flauta que se deja sonar por el gran músico, y así quiero estar, Señor, en tus manos como un instrumento que se deja hacer. Sentir también tus palabras: "Vuestros nombres están escritos en el cielo".

-"Entonces se llenó de gozo en el Espíritu Santo". Trato de contemplar detenidamente ese estremecimiento, esa alegría expresada, esa felicidad que se traduce corporalmente... y que florecerá también en oración.

-"Se llenó de gozo en el Espíritu Santo y dijo: "Bendito seas Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque si has ocultado esas cosas a los sabios y entendidos se las has revelado a la gente sencilla, a los pequeñuelos..."" Qué pena dan esos cristianos tristes, o esa película de Passolini sobre "El Evangelio de San Mateo", donde se ve uno que interpreta a Jesús muy serio… Me alegra verte feliz, Señor, y dar de tu alegría a los demás. La alegría de Jesús se transforma en "Acción de gracias" al Padre. Su júbilo pasa a ser "eucaristía". El trabajo misionero de sus amigos fue también una participación a la obra del Padre. Y, ¿de qué se alegra Jesús? De que los "pequeños" los pobres entienden los misterios de Dios, en tanto que los doctores de la Ley, los intelectuales de la época, los que figuraban... ellos, se cierran a la revelación. Esta experiencia de la misteriosa predilección de Dios era muy corriente en la Iglesia primitiva.

-"Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien. Mi Padre me lo ha enseñado todo; quien es el Hijo lo sabe sólo el Padre; quien es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar... ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros véis!" Dichosos los que aceptan dejarse introducir en ese misterio de las relaciones de amor entre el Padre y el Hijo... relaciones absolutamente perfectas, símbolos y modelos de todos nuestros propios amores (Noel Quesson).

Este "himno de júbilo" del Señor al ver cómo los humildes entienden y aceptan la palabra de Dios nos recuerda las palabras de Teresita de Jesús: "los niños no reflexionan sobre el alcance de sus padres. Sin embargo, sus padres cuando ocupan un trono y poseen inmensas riquezas, no vacilan en satisfacer los deseos de sus pequeñuelos (…). No son las riquezas ni la gloria (ni siquiera la gloria del cielo) lo que reclama el corazón del niñito (…). Lo que pide es el amor… No puede hacer más que una cosa: ¡amarte, oh Jesús!"

Dar gracias a Dios nos da un buen corazón, nos hace mejores… Escribe san Agustín: «¿Podemos llevar algo mejor en el corazón, pronunciarlo con la boca, escribirlo con la pluma, que estas palabras: 'Gracias a Dios'? No hay nada que pueda decirse con mayor brevedad, ni oír con mayor alegría, ni sentirse con mayor elevación, ni hacer con mayor utilidad». Así debemos actuar siempre con Dios y con el prójimo, incluso por los dones que desconocemos, como escribía san Josemaría Escrivá. Gratitud para con los padres, los amigos, los maestros, los compañeros. Para con todos los que nos ayuden, nos estimulen, nos sirvan. Gratitud también, como es lógico, con nuestra Madre, la Iglesia.

La gratitud no es una virtud muy "usada" o habitual, y, en cambio, es una de las que se experimentan con mayor agrado. Debemos reconocer que, a veces, tampoco es fácil vivirla. Santa Teresa afirmaba: «Tengo una condición tan agradecida que me sobornarían con una sardina». Los santos han obrado siempre así. Y lo han realizado de tres modos diversos, como señalaba santo Tomás de Aquino: primero, con el reconocimiento interior de los beneficios recibidos; segundo, alabando externamente a Dios con la palabra; y, tercero, procurando recompensar al bienhechor con obras, según las propias posibilidades (Josep Vall i Mundó).

 

Llucià Pou Sabaté

Martes la 28ª semana de Tiempo Ordinario (impar). "Dad limosna, y lo tendréis limpio todo", nos dice Jesús: no nos esclavicemos a tantas normas que ahogan, sino que vivamos el espíritu del amor.

Martes la 28ª semana de Tiempo Ordinario (impar). "Dad limosna, y lo tendréis limpio todo", nos dice Jesús: no nos esclavicemos a tantas normas que ahogan, sino que vivamos el espíritu del amor.

 

A. Lecturas

1. Romanos 1,1-7. Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

2. Salmo 97,1.2-3ab.3cd-4. R. El Señor da a conocer su victoria.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.

El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.

3. Lucas 11, 37-41:

"En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: "Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. 

¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo"".

 

B. Comentario:

1. Pablo quiere hablar de la justicia que Dios ofrece a todo el que puede llegar a ella mediante la fe: "-Hermanos, no me avergüenzo del Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del "judío" en primer lugar y también del «griego» después". "El Evangelio=fuerza de Dios". El termino griego utilizado por san Pablo es "dinamis": es "dinamismo de Dios", es una "fuerza en acción", es un germen, una levadura, según una imagen utilizada por Jesús. Y la evangelización es considerada como una colaboración a ese dinamismo divino ya en acción. Dios trabaja en el corazón de los hombres. Está ya obrando como una fuerza poderosa. Te ruego, Señor, que los cristianos de HOY encuentren de nuevo ese dinamismo gozoso... de anunciadores de la "buena" nueva. Porque es una «buena noticia" saber que «todo» hombre, si cree, puede salvarse, ya sea «judío», establecido en el Pueblo de Dios, ya sea «griego», es decir, pagano. La llamada a la Fe es universal. No hay ninguna restricción: «Quienquiera crea»...

-"Porque la "Justicia-de-Dios" se revela en el Evangelio, de fe en fe, como dice la Escritura: "el justo vivirá por la fe"". La justicia no es la que corresponde a un juez que recompensa o castiga, sino la que salva y justifica inclusive al pecador, porque ella posee la "fuerza" y el poder. El hombre no la recibe si no colabora. Pablo conoce demasiado bien el judaísmo como para ignorar que ser justo significa hallarse delante de Dios en la relación que Él ha querido. El término bíblico y paulino de justicia tiene, efectivamente, muy ricos matices. Tiene un sentido religioso: fidelidad a la alianza; otro jurídico: la relación entre el hombre y Dios: moral: la valoración y juicio que Dios forma; escatológico; la acción de justificar Dios al pecador ofreciéndole la salvación.

Esta justicia no se alcanza ni mediante los esfuerzos del hombre, ni por cumplir la ley, ni por pertenecer a la raza de Abraham. Se obtiene mediante la fe, la obediencia al Evangelio y aceptación de su poder. Según esto, tanto judíos como paganos están en el mismo plano de igualdad: es a Dios a quien deben confiar la salvación como hace el justo de Hab 2, 4.

Dice «de fe en fe» pues la Fe es una realidad que ha de ir creciendo, está viva. Es un «continuo avance que se realiza todos los días en cada fiel».

-"La cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia". Dios no puede soportar el mal: es lo que aquí se llama « cólera», imagen antropomórfica. Hay una incapacidad radical de todo hombre de salvarse por sí mismo.

-"Lo que puede conocerse de Dios, !es es manifiesto... sus perfecciones invisibles se dejan ver a la inteligencia a través de sus obras..." Sí, el misterio de Dios «invisible» no está totalmente fuera del alcance humano. Las obras de Dios, su maravillosa creación en particular, deberían permitir a los hombres conocerle. Pero, precisamente, el hombre pagano natural, habiendo reconocido un poco a Dios no quiere tener una actitud consecuente: de adoración, acción de gracias. Es pues «inexcusable». Es el caso de tantos hombres de hoy que tienen «una cierta idea de Dios», pero que no adoran a Dios.

-"Adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador". Es el drama de todos los materialismos. Se adora el «confort», el «placer», el «progreso» o la «tradición». ¡Líbranos, Señor, de los ídolos! (Noel Quesson).

2. El evangelio es salvación, y por otro lado está la debilidad humana. No ven entonces, como ahora, a Dios por sus obras: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento; el día al día comunica el mensaje, y la noche a la noche trasmite la noticia".

No hay evidencia, no es algo obligado creer: "no es un mensaje, no hay palabras, ni su voz se puede oír; mas por toda la tierra se adivinan los rasgos, y sus giros hasta el confín del mundo."

3. Vemos el diálogo de Jesús con los fariseos:

-"Un fariseo invitó a Jesús a comer a su casa. Jesús entró y se puso a la mesa". Jesús era "invitado" a menudo y aceptaba, pero mantenía su libertad ante esa gente, que cuida lo de fuera -limpiarse las manos, purificar los vasos por fuera- y descuidan lo interior.

-"El fariseo se extrañó al ver que no se lavaba antes de comer". Esa ablución ritual tenía mucha importancia para los doctores de la Ley, para ser considerado como persona verdaderamente piadosa. Ahora bien, Jesús la omite, y sus discípulos le siguen. Les dirá algo duro:

-"Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis repletos de robos y maldades". Los detalles exteriores, que pueden ser legítimos, sin embargo no son tan importantes como las actitudes interiores. Nosotros no nos escandalizamos ahora si alguien no se lava las manos. Pero puede haber "escándalos farisaicos" equivalentes, si nos contentamos con limpiar lo de fuera, mientras que lo de dentro lo tenemos impresentable, si ponemos demasiado énfasis en detalles insignificantes y casi hacemos depender de ellos la justicia o la salvación de alguien. ¿Qué es lo que nos preocupa: el ser o el parecer?, ¿cumplir los ritos externos o la conversión y la pureza del corazón? Nuestra religión es "religión del deber" o "religión de la fe y del amor"? (J. Aldazábal).

Este pasaje es uno de los más duros del Evangelio: Jesús desenmascara el mayor vicio con el que se enfrenta, la hipocresía revestida de legalismo (Biblia de Navarra). Recuerdo en literatura La dama de blanco como el paradigma de la persona que tiene que sufrir esos que, so capa de bien, cumpliendo la mera letra de los preceptos, no cumplen su espíritu: no se abren al amor de Dios y del prójimo, y bajo la apariencia de honorabilidad, apartan a los hombres del verdadero fervor, haciendo intolerable la virtud. Pienso también en otras novelas que retratan situaciones parecidas: Retrato de una dama, El idiota, La edad de la inocencia, La letra escarlata, La regenta, Laura a la ciutat dels sants… A la actitud de los fariseos que ponen su empeño, su religiosidad en el cumplimiento de ritos, de normas exteriores, opone Jesús la actitud del discípulo, que se esfuerza por la pureza interior, que pone lo esencial en el corazón. El corazón, lo profundo del hombre, su interior, es lo que importa mantener limpio. Porque aquello que brota del corazón -la injusticia, la rapacidad, la avaricia- es lo que mancha al hombre. La actitud farisea, en realidad, no conoce a Dios aun cuando le tenga constantemente en los labios. Jesús, veo que no te sometías a todas las costumbres sociales o religiosas de la época. Vas directamente a lo esencial. Hablas del "corazón", "centro profundo del hombre": más allá de los impulsos superficiales y ocasionales hay en nosotros una especie de opción decisiva que constituye verdaderamente nuestra personalidad y que las ciencias humanas llaman hoy "el proyecto fundamental del hombre"... un poco como en la expresión corriente "lo que me embarga el corazón". Esto es lo que cuenta para Dios. ¿Cuál es mi opción, mi proyecto fundamental?, ¿qué es lo que quiero más hondamente?

-"¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior?" Dios es también, y ante todo, el que ha hecho el corazón humano, la conciencia. ¿Qué pasa en este "interior" mío profundo?

-"Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros." ¡La pureza interior es el resultado del amor a los demás! ¡El amor fraterno y la limosna hacen puro nuestro corazón! El proyecto fundamental del hombre es amar: "daos como limosnas...", y todo será puro para vosotros (Noel Quesson).

Lo de "dar limosna" es uno de los temas preferidos de Lucas, pero no se sabe a qué se puede referir lo de "dar limosna de lo de dentro": ¿darse a sí mismo, su tiempo, su interés?, ¿dar desde dentro, con el corazón, y no sólo con apariencia exterior?

Llucià Pou Sabaté