jueves, 22 de julio de 2010

Aído desconoce la verdadera naturaleza de la libertad ideológica y religiosa y de su expresión en la Objeción de Conciencia

La única obligación del objetor es comunicar a los interesados, en la
forma que juzgue conveniente y en el momento oportuno, que por razones
de conciencia se niega a practicar un aborto.

"Pretender obligar a los objetores de conciencia frente al aborto a
que se inscriban en un registro es una medida discriminatoria que
permitiría poner en marcha listas negras y cazas de brujas por motivos
ideológicos como sucedía en los regímenes totalitarios del siglo
pasado".

El Foro de la Familia reclama al Gobierno y a la ministra de Igualdad
que dejen de hacer planteamientos restrictivos de los derechos y las
libertades, para imponer su obsesión abortista, y pide a los Colegios
de Médicos que no caigan en la trampa de colaborar en registros que
carecen de todo fundamento constitucional.

Madrid, 20 de julio de 2010.- La Objeción de Conciencia frente al
aborto es en España, según precisó el Tribunal Constitucional en 1985,
un derecho que forma parte de la libertad ideológica y religiosa
garantizada por la Constitución y por lo tanto no puede subordinarse
el ejercicio de ese derecho a la previa inscripción en registro
alguno, trátese de un registro administrativo o de un registro
organizado por los colegios profesionales.

Con la entrada en vigor de la 'Ley del aborto' se está generando una
gran confusión sobre la Objeción de Conciencia que no es un Derecho
creado por esa Ley ni puede ser limitado en su ejercicio por la Ley ni
por las normas que la desarrollen. La Objeción de Conciencia es la
expresión de un dato de hecho: la intima convicción moral de un
profesional de que el aborto es incompatible con su conciencia. Cuando
existe ese dato de hecho, se puede ejercer la objeción como derecho
sin requisito alguno añadido. La única obligación del objetor es
comunicar a los interesados en la forma que juzgue conveniente y en el
momento oportuno, que por razones de conciencia se niega a practicar
un aborto.

Esa comunicación de la objeción no puede convertirse en la obligación
de inscribirse en registro previo alguno, pues un registro de
opiniones morales o religiosas es incompatible con el derecho a la
intimidad y con la  libertad ideológica y religiosa.

El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, señala que
"pretender obligar a los objetores de conciencia frente al aborto a
que se inscriban en un registro, es una medida discriminatoria que
permitiría poner en marcha listas negras y cazas de brujas por motivos
ideológicos como sucedía en los regímenes totalitarios del siglo
pasado".

"La Objeción de Conciencia se dará siempre que haya un médico objetor,
y nadie puede verse privado de este Derecho por el hecho de que no
haya en un determinado servicio, centro sanitario, ciudad o Comunidad
Autónoma otros profesionales dispuestos a practicar el aborto. A nadie
se le puede privar de un Derecho Constitucional 'por necesidades del
servicio' o 'para garantizar la prestación'. Las palabras de la
ministra Bibiana Aído reclamando una regulación de la objeción con la
limitación de que se garantice la "prestación del servicio",
demuestran que la ministra de Igualdad desconoce la verdadera
naturaleza de la libertad ideológica y religiosa y de su expresión en
la objeción de conciencia", concluyó el presidente del Foro de la
Familia.

El Foro de la Familia reclama al Gobierno, y a la ministra de Igualdad
en particular, que dejen de hacer planteamientos restrictivos de los
derechos y las libertades constitucionales para imponer su obsesión
abortista, y pide a los Colegios de Médicos que no caigan en la trampa
de colaborar en registros de convicciones morales que carecen de todo
fundamento constitucional y pueden ser instrumento de ataque y
restricción al derecho de objeción, que el propio Código Deontológico
de los médicos garantiza a todos los profesionales.

Como se puede apreciar en estos días, la entrada en vigor de la 'ley
del aborto' sólo ha aumentado la seguridad jurídica de presuntos
delincuentes, como el doctor Morin, a los que se les está liberando de
las acusaciones penales que existían contra ellos y, por el contrario,
esta generando nuevos ámbitos de inseguridad jurídica, entre otros, a
los profesionales de la salud que se niegan a colaborar en la
eliminación de la vida del niño por nacer. Se va así poniendo de
manifiesto la gran mentira de la propaganda con la que desde el
Gobierno se ha querido vender una Ley que no supone más que
desproteger jurídicamente al no nacido, a la mujer y a los propios
profesionales de la salud.

--
www.forofamilia.org
"...porque la Familia sí importa."

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